Que cada hombre sea un niño y cada niño una persona…
Que cada día amanezca y sentir el amanecer.
Que cada día me conduzca a la noche y la noche al día.
Que cada mirada sea un gesto y cada gesto un símbolo.
Que cada mujer sea una niña y cada niña una persona….
Que cada frase conlleve un mensaje y con él un propósito.
Que cada mano sujete otra y con ella un camino.
Que cada luna tenga sus ciclos y ellos los senderos.
Que cada hombre ame y se haga hombre en ese camino…
Que cada estrella sea una ilusión y con ella soñemos.
Que cada gesto de amor se acumule y construya montañas de
sentimientos.
Que cada abrazo permanezca por más tiempo sobre la piel áspera.
Que cada mujer ame y se haga mujer en ese camino…
Toñy Castillo del libro: "A la orilla de mis mares"
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