Paseaba sin equipaje convirtiendo al sol en cómplice de excusa...
Caminaba lentamente haciendo gala de su falda rota.
La noche larga,
huellas en la mañana...
Buscaba lágrimas de terciopelo y mientras sus ojos se nublaban...
Caminaba lentamente sintiendo sus heridas recientes,
La noche corta,
huellas en la mañana...
Hizo del sol su aliado...
Y sintió como era transportada a un jardín
con centenares de rosas
en espera…
Toñy Castillo del libro: "A la orilla de mis mares"
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